Zorbas, un gato «grande, negro y gordo» del puerto de Hamburgo, mantiene la promesa que le hace a la gaviota Kengah antes de morir: cuidar de su huevo hasta el nacimiento del polluelo y luego criarlo y enseñarle a volar. Junto a otros gatos comienza la ardua tarea de crianza de la joven gaviota Afortunada, a la que finalmente enseñan a volar. DOSSIERS Luis Sepúlveda Los gatos, esos seres misteriosos